martes, 11 de diciembre de 2012

BUSCANDO A UN TAL VOLTAIRE

Me hubiese gustado conocer a Voltaire, que me cuente si escribiendo desde Adolfo Alsina habría escrito una obra fabulosa como Cándido o el Optimismo, donde el pensador francés se opone a la Divina providencia y a la concepción, formulada inicialmente por Leibniz, de que éste es el mejor de los mundos posibles
Este Francés  es el  arquetipo del librepensamiento, de la actitud crítica y sarcástica.
Voltaire se rebela contra el optimismo, contra la perspectiva positiva, se opone al destino, a la intervención permanente de la Divina Providencia.
Voltaire sin ninguna duda fue un revolucionario, un hombre capaz de transmitir sus ideas y modificar el contexto al cual pertenecía.
Un amigo me contó que el sábado se despertó gritando ¿Dónde está Voltaire, donde está Voltaire?, y la madre preocupada (porque todavía vive con sus padres) pensó que se había vuelto loco.
-No te preocupes, son solo reflejos de las conversaciones que tuve anoche frente a una parrilla con un par de tipos que discutían sobre la existencia o no del mejor de los mundos posibles, le dijo.
La madre espantada corrió a lo de su vecina.
-Creo que mi pobre hijo se está volviendo loco.
Ya ven, Voltaire no anda por acá. Así que tranquilos.
Voltaire reconoce la existencia del mal, dice percibirlo y que solo mediante el uso correcto de la razón este puede ser suprimido.
Voltaire es un Iluminista por supuesto.
Voltaire era un inconformista, no se conforma tibiamente con las verdades naturalizadas, no concuerda con las optimistas visiones del poder, para él el optimismo es reaccionario.
Y el poder fomenta el optimismo, necesita de él, así como también se siembra el pesimismo para regresar “al mejor de los mundos posibles”, que es el mundo del poder.
 Leibniz:
 Dios ha creado este mundo por lo tanto éste es el mejor de los posibles, si no hubiera creado otro.
No creó otro, Dios infinitamente bueno y desea lo mejor para la humanidad por lo tanto necesariamente tiene que ser el mejor de los posibles.
La queja en “el mejor de los mundos posibles” se vuelve un absurdo.
Como anteriormente dije, Voltaire es un  hombre del Iluminismo que sembrará el camino de las ideas que harán posible  la Revolución Francesa.
  Voltaire le dedica a la crítica de esta concepción del optimismo la mejor de sus novelas, que se llama Cándido o el optimismo y es de 1759.  
 Voltaire reniega de un optimismo que acepta el mundo tal cual es y no se rebela contra la cuestión fundamental y es que el Mal se ha enseñoreado en la tierra. Voltaire apuesta a la revolución y apuesta también al poder de la razón como instrumento para hacerla. Como expresé anteriormente Voltaire era un revolucionario.
¿De qué me sirve renegar de esta clase de optimismo?
Para revelar que existen otros mundos posibles, que este no es el mejor de los mundos y que la aceptación de este mundo  y de quienes lo dominan es la aceptación de un rol donde la esencia preconcebida para nosotros por ese poder es superior a la existencia que podemos procurarnos con nuestras propias vidas.
Sigamos buscando a Voltaire.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

TE PROMETO LA LUNA Y TE DOY UN QUESO



Te prometo la luna y te doy un queso

Uno escribe en circunstancia, nadie es capaz de pegar un salto a su propio tiempo ni es capaz de poder saltar sobre su propia sombra.
Uno escribe desde acá, desde Adolfo Alsina, en mi caso desde Carhué, con las esperanzas que lo atraviesan y los tiempos que lo devoran.
Uno mira alrededor y entiende que la cultura no es más que un combate de interpretaciones. 

Quién triunfa tiene el poder, la verdad y su gran estrategia es hacernos creer que esta es la naturalidad de las cosas.
El poder debe siempre lograr que su verdad sea la verdad de todos, de esa manera nos colonizan y vivimos un “estado de interpretado” donde repetimos el discurso del poder.
De esa manera puede uno comprender como los más beneficiados por un sistema social que se piensa para protegerlos pero que atenta contra fuertes intereses sean quienes quieren desmontarlo para volver a establecer las “verdades naturales aprendidas” en la infalible pedagogía de los opresores.
De esa manera los oprimidos se abrazan a las verdades de sus opresores, para sentirse seguros, la libertad les produce vértigo, miedo y poco a poco los inmoviliza.
Cuando todos creen la verdad del poder, el poder ha triunfado, solo tiene que retener y neutralizar las interpretaciones alternativas.
De aquí se deduce que quienes han sido desplazados por el liberalismo salvaje se sientan atraídos por figuras que lo reivindican, por actores políticos que barrerían de un solo movimiento los logros de largas luchas sociales de los cuales increíblemente parecen no sentirse parte.
El poder nos estudia para dominarnos, el poder sabe y no nos dejará esa herramienta fácilmente a nuestra disposición. Pero nosotros podemos, y esta certeza es fundamental.
El poder está en todas partes y tiene sus engranajes frente a un mundo que esboza una tibia resistencia que resulta más atractiva en cuanto se toma conciencia de la importancia para la propia vida y la de nuestros seres queridos.

Por eso es importante poder mirarse, pensarse, y establecer quien estará de nuestro lado, quien nos acompañará y quien te va a prometer la luna y te va a dar un queso.
Si somos tenaces y capaces de creer que la realidad puede ser construida e interpretada y que podemos ser artífices de la misma estaremos dando un paso necesario hacia un futuro para todos.
Uno debe poder elegir la luna.

Alvarez Nelson

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL TRIUNFO DEL JARDINERO


EL TRIUNFO DEL JARDINERO

Pasó y lo arrasó todo

solo algunos sobrevivientes
 se atrevieron a alzar la mano


la sangre llegó hasta el arroyo
que como una arteria maldita
irrigaba el corazón podrido del pueblo

en cuatro ruedas la muerte
se lleva la flor y la semilla
y en un agujero reseco
 terminaron los sueños de primavera

un agujero rescatado en la memoria
un agujero de treinta años de olvido
de impune cinismo
de vergüenza
de un manto sobre el fuego

Ella dijo que la vio a la gran guillotina cortando las cabezas
y a los cuerpos moviéndose sin bocas
sin gestos
sin una palabra

que en el afán de gritar se encerró en los subsuelos
donde gritaban los sedientos

y los vió con sus regaderas repletas
  humedecer los portales

y vio los puños levantados de los decapitados
eufóricos en su propio funeral
inflando el pecho
pisando las flores

Los cómplices tienen aún esos rostros
que miran en su espejo cada noche
cuando la máscara queda en ese lugar
donde aún ruedan cuesta abajo miles de cabezas

tienen ese rostro seguro del cinismo que los protege

Siempre le he preguntado adonde están esas cabezas
siempre me ha contestado que se  las llevaron al infierno
y que  llorando siente aún escapar de sus hojas feroces
de los gritos de los verdugos
y de las carcajadas de los dioses

No hay rastros
nadie vió nada
nadie escribió nada
solo en el viento el dolor y el lamento

Y la sangre hizo lo suyo junto al miedo
  florecieron solo los tallos
y en la penumbra de la conciencia
sigue dominando
el jardinero.

viernes, 2 de noviembre de 2012

DOS AMIGOS Y LAS PALABRAS


Un amigo que he encontrado en este camino a través del correo de lectores de cambio 2000 me permite avizorar que detrás de un discurso que parece único se esconden las facetas más interesantes de esta historia, que es tu historia, que es nuestra historia.
Una amiga hace poco me contó que se preguntaba si aún tenía cosas que aportar, y vislumbré que su inteligencia tenía cosas pendientes, porque la inteligencia ilumina y tiene el deber de hacer luz para que otros puedan ver. No se estaba preguntando, se estaba respondiendo.
Este es el modo en que le contesto a mi amiga, a quién admiro y le otorgo el impostergable deber de ejecutar lo pensado, esta sociedad la necesita.
Mi otro amigo, más joven que yo, luminoso, a quién no le conozco el rostro solo las palabras  me escribió:
“Tengo, entre papeles que algún día espero continuar, algunos intentos de novelas que suceden en nuestros pueblos...”, y pensé que esos papeles tienen vida, como los de tantos otros que amarillos deben oxidarse en algún cajón perdido sin comprometerse en esta historia.
“… la vida de estos pueblos, que despiertan algo tan profundo y extraño en nosotros, que somos parte de ellos y que no nos vamos, porque decidimos que nuestra historia esté acá. “, y pienso que es así, es algo profundo y extraño, que debemos problematizar, indagar, instalar, preguntar…


" Las preguntas sobre el poder, las preguntas sobre la desigualdad social, las preguntas sobre la historia y la manera en que la entendemos; y las preguntas sobre la cultura de los pueblos de nuestro distrito, sobre lo que se puede decir y lo que no, sobre lo que se escucha y lo que no, sobre lo que importa y lo que no, sobre los proyectos de vida.. "

“Es una tarea que me entusiasma y que podemos emprender....en mi caso como una deuda personal y como un deber ante otros jóvenes que pueden atreverse también.”

Entonces me digo que tenemos una tarea, que debemos poner manos a la obra y descubrir que hay detrás de lo conocido, de lo obvio, de lo esperado.
La realidad también puede ser una aventura.
Voy a terminar con estas palabras maravillosas de un maestro que fueron escritas en nuestras epístolas virtuales:

Hegel: "Todas las grandes revoluciones que se han realizado han sido precedidas por una revolución tranquila y silenciosa en el espíritu de la época (Zeitgest), una revolución invisible, especialmente imperceptible a los contemporáneos, y tan difícil de conceptualizar como de expresar en palabras. Es la falta de conocimiento de esta revolución espiritual lo que hace que los cambios resultantes provoquen asombro"
Gracias amigos de cambio 2000 por ser también un lugar de encuentro.

lunes, 15 de octubre de 2012

LOS FLAUTISTAS


A pasitos del infierno se rifa una verdad.
 Al infierno se puede llegar por atajos dicen algunos Cicerones, otros más precavidos prefieren dudar.
Nosotros a veces escogemos del pastillero la pastilla de la verdad, esa verdad que nos es dada por el poder, porque el poder, no tengan dudas, construye la verdad.
Un conocido libro decía en algunas de sus páginas que quien tenga el poder material de una época tiene el poder espiritual de la misma, tiene el poder de las ideas que imperan sobre los sujetos que participan en ella.
Si usted se encuentra la mayor parte de la semana repitiendo las mismas ideas que se reproducen en diferentes medios de comunicación, si las repite sin acceder a ellas por su reflexión, empiece a dudar, algo le está sucediendo.
 Atención a esto que es muy fascinante en Foucault:
“…el Poder es la Razón que ve, la Razón que controla, la Razón que domina.” 

Esta Razón que controla, que ve, que domina, que instrumenta a los hombres incluso desarrolla las Ciencias Humanas, no para conocer al hombre, sino para conocerlo y dominarlo mejor.
Por lo tanto el Poder tiene una capacidad enorme, gigantesca.
El Poder tiene el poder de imponer la verdad.


Pero bien, que verdad nos sienta mejor, casi siempre la del poder, la verdad que se repite y no provoca el rechazo de sus dueños, la otra, la verdad negada, proscripta, es solo una provocación al poder, y las provocaciones se pagan caro.

¿Quién tiene el poder de la verdad en Adolfo Alsina?
Recordemos que el poder no es solo poder político, es poder económico, ese es el verdadero poder.
¿Quién lo tiene?
Ustedes sabrán.
¿Y como es la verdad para algunos en política?
 Para algunos en política la verdad  se pronuncia en medio de múltiples condicionamientos, está  condicionada por el tiempo.
Ese político profesional se pregunta una y otra vez si es el momento de decirla y ese momento está condicionado por la circunstancia que atraviesa y como se ubica el que dice la “verdad”.
Los condicionamientos de coyuntura ligados a intereses personales han transformado las verdades en circunstancias, en herramientas casuales para acceder a lugares de poder en el sistema.
Por supuesto que esta interpretación de contexto es desalentadora, pero los contextos no olvidemos que son dinámicos, que son las mismas personas quienes modifican su realidad actuando dinámicamente en ella.
Cada uno elegirá el color de su verdad o puede intentar tomar el pincel y realizar unos retoques, y decirles a ciertos pintores que es tiempo de cambiar, que otros quieren subir la escalera.

Me han contado que los mentirosos han encontrado un atajo al infierno, algunos llevan una flauta y varios ratones…pronto comenzarán el concierto.




martes, 11 de septiembre de 2012

UNA OPORTUNIDAD PARA REFLEXIONAR


UNA OPORTUNIDAD PARA REFLEXIONAR

El encuentro de los restos que quien en vida fuera Norma Robert, más allá de las salutaciones a la familia o elogios a su personalidad efectuados en diversos medios locales, invitan a la reflexión sobre algo que nadie plantea. Y es el hecho de porqué desapareció, porque se la llevaron y porqué la mataron. Qué tenía ella que les molestara tanto a los genocidas que gobernaban el país por entonces.
La oportunidad es propicia, al menos para quienes no la conocimos personalmente, para reconstruir su historia, sus actitudes frente a la vida, sus proyectos…
Ella fue uno de los 30.000, cuya vida fue arrebatada por pensar distinto y por atreverse a manifestarlo.
Creo que ese, el porqué los mataron, es el mejor legado que los desaparecidos nos dejan y la mejor forma de homenajearlos es continuar con su lucha.
Algún distraído dirá que este razonamiento está falto de actualidad. Pero hablar de estos temas no es sólo hablar del pasado. La última dictadura militar pegó muy fuerte y nos dejó secuelas importantes que son más que actuales, sobre todo en los pueblos del interior como es el caso de Carhué, así:
La dictadura todavía perdura en cada imbécil que pide mano dura soslayando derechos humanos para acabar con la inseguridad;
La dictadura todavía perdura en cada dólar de la deuda externa que debemos;
La dictadura todavía perdura en el “no te metas en política”, o “con los militares estábamos mejor”;
La dictadura todavía perdura en los periodistas y en los medios de comunicación apologistas del golpe, incapaces de ensayar ni tan sólo un atisbo de arrepentimiento en 36 años;
La dictadura todavía perdura en las cúpulas eclesiásticas que bendijeron las armas y las torturas;
La dictadura todavía perdura en los votos a los candidatos empresarios que vieron crecer sus empresas en esa época;
La dictadura todavía perdura en la explotación agropecuaria concentrada en unas pocas manos, en el trabajo esclavo y en la actitud reaccionaria de algunos productores de negarse a redistribuir sus exorbitantes ganancias;
Por ello, es necesario reivindicar la lucha de quienes pagaron con su vida atreverse a pensar un país diferente.
Me resisto a pensar que la desaparición, aunque sea de una pequeña parte, de la juventud de los 70 haya sido por error o por excesos. Fue por algo (andaban en algo). El desafío es entonces, para los jóvenes actuales, descubrir ese algo, comprenderlo, adaptarlo a los tiempos que corren e intentar concretarlo. Afortunadamente hoy es menos peligroso, pero igual de provocador.
Porque necesitamos una juventud que crea en utopías y se involucre en lo que pasa en su país, su provincia, su pueblo y su barrio; concibiendo a la política como un instrumento para modificar la realidad. Para tener voz propia y arrebatársela a los que siempre han hablado por ellos, los “dueños del pueblo”, o a los hijos o nietos de éstos, portadores de la misma ideología que se llevo a Norma.

Adrián Perez Diel
Política Adolfo Alsina

martes, 14 de agosto de 2012

HABLEMOS DE DROGAS EN ADOLFO ALSINA




HABLEMOS DE DROGAS EN ADOLFO ALSINA

Parto de la idea de la existencia del consumo de drogas por parte de la sociedad de Adolfo Alsina, y sobre esta idea me extiendo.
 Según la Organización Mundial de la Salud una droga es toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, puede alterar de algún modo el sistema nervioso central del individuo que las consume.
Significativamente el análisis del consumo de drogas (legales e ilegales) se desarrolla en general a partir de un enfoque terapéutico.  
Digo significativamente porque todo esconde un sentido, no hay ingenuidad en la aplicación sistemática de estas miradas.
Lo que esto significa es que  el foco está puesto sobre el comportamiento del individuo, dejando de lado un análisis amplio, que contemple estas cuestiones desde una perspectiva social.
De esta forma se pierde de vista que se trata de un fenómeno complejo, que no puede ser abordado desde una sola mirada disciplinar o científica.
El consumo de drogas a aumentado en la Argentina (por lo tanto también en Adolfo Alsina),  ha crecido de manera exponencial en las últimas décadas, hasta naturalizarse en el discurso cotidiano (crónicas periodísticas, letras de canciones, imágenes publicitarias) como práctica vinculada a la marginalidad y a lo delictivo.
Pero este crecimiento del consumo está presente en  todos los sectores socioeconómicos, y es parte de la sociedad en la que vivimos y  no de “otra”.
 El “problema de drogas” no es solo parte de una parte de nuestra sociedad,  no es solo problema de los pobres, las minorías o los barrios bajos, sino que  afecta a personas de toda clase social y del país entero. Es un problema de todos
Hablar de “las drogas” (en lugar de hablar de “la droga”)  es poner sobre la mesa un conjunto de procesos en los que interactúan de manera contradictoria, compleja y muchas veces conflictiva: los sujetos, las sustancias y los contextos socioculturales o realidades determinadas.
Por eso es necesario hablar de “las drogas” con nosotros como sujetos, con las sustancias que se consumen aquí en Adolfo Alsina (porque nuestro contexto y nuestra realidad está en Adolfo Alsina).
La OMS define el concepto de droga como “toda sustancia que, introducida en el organismo, puede modificar una o más funciones de este”. Pero no es esa la acepción de la palabra para la mayoría de las personas. 
En los discursos predominantes “La droga” se identifica con poderes y capacidades, se la explica como algo externo a la sociedad, el “problema de las drogas” aparece asociado así al temor y  a un peligro que atenta contra el conjunto y que amenaza a la población “sana”.
Es indispensable abordar los aspectos de nuestra sociedad vinculado al uso de las drogas y para ello es operativo recurrir al concepto de representación social:
Las representaciones sociales son fenómenos complejos, variables y determinantes de la vida social. A lo que hay que relacionar con la suma de valores, creencias, experiencias, actitudes, opiniones e  imágenes que conforman un saber, una determinada mirada particular sobre la realidad.
Es importante remarcar que en los fenómenos sociales, tan importante es lo que en realidad pasa, como lo que la gente cree que pasa.
Para la representación social, la droga siempre es un producto “mortalmente dañino”, lo que justificaría la prohibición de su uso.
Esta representación social considera drogas a algunas sustancias (cocaína, marihuana, LSD), en general a aquellas prohibidas, y no reconoce como tales a las sustancias permitidas (alcohol, tabaco, psicofármacos).
Si  a  “las drogas” se las asocia con las representaciones negativizadoras de la  juventud, los sentidos se multiplican: joven-droga-descontrol-pobreza-delito-marginalidad-inseguridad.
Debemos desarticular esta representación para legitimar el problema desde una perspectiva sincera que desnude la totalidad del problema, ya que el consumo de psicofármacos  rompe el mito de joven-droga-descontrol, ya que son los adultos quienes más consumen  psicofármacos.
La realidad nos muestra que en nuestra sociedad existen numerosos problemas relacionados con el consumo de drogas por parte de adultos, adolescentes y jóvenes para lo cual la respuesta más adecuada es sin dudas la Prevención.
Prevenir es educar, potenciar el desarrollo integral de la persona, fomentar la adquisición de las habilidades para saber afrontar y resolver aquellas situaciones que pongan en riesgo nuestra salud.
Seguir pensando “la droga” como un problema externo que solo afecta a una parte de la sociedad, es seguir negándonos a afrontar este problema.
Para ello debemos abordar el problema con seriedad, responsabilidad y sin hipocresías, las drogas es un problema de todos.
Necesitamos ponernos de acuerdo, muchos nos están esperando.