A pasitos del infierno se rifa una verdad.
Al infierno se puede llegar por atajos dicen algunos
Cicerones, otros más precavidos prefieren dudar.
Nosotros a veces escogemos del pastillero la pastilla de
la verdad, esa verdad que nos es dada por el poder, porque el poder, no tengan
dudas, construye la verdad.
Un conocido libro decía en algunas de sus páginas que
quien tenga el poder material de una época tiene el poder espiritual de la
misma, tiene el poder de las ideas que imperan sobre los sujetos que participan
en ella.
Si usted se encuentra la mayor parte de la semana
repitiendo las mismas ideas que se reproducen en diferentes medios de
comunicación, si las repite sin acceder a ellas por su reflexión, empiece a
dudar, algo le está sucediendo.
Atención
a esto que es muy fascinante en Foucault:
“…el Poder es la Razón que ve, la Razón
que controla, la Razón que domina.”
Esta Razón que controla, que ve, que domina, que instrumenta a los hombres incluso desarrolla las Ciencias Humanas, no para conocer al hombre, sino para conocerlo y dominarlo mejor.
Por lo tanto el Poder tiene una capacidad enorme, gigantesca.
El Poder tiene el poder de imponer la
verdad.
Pero bien, que verdad nos sienta mejor, casi siempre la
del poder, la verdad que se repite y no provoca el rechazo de sus dueños, la
otra, la verdad negada, proscripta, es solo una provocación al poder, y las
provocaciones se pagan caro.
¿Quién tiene el poder de la verdad en Adolfo Alsina?
Recordemos que el poder no es solo poder político, es
poder económico, ese es el verdadero poder.
¿Quién lo tiene?
Ustedes sabrán.
¿Y como es la verdad para algunos en política?
Para algunos en política la
verdad se pronuncia en medio de
múltiples condicionamientos, está condicionada por el tiempo.
Ese político profesional se pregunta una y otra vez si es
el momento de decirla y ese momento está condicionado por la circunstancia que
atraviesa y como se ubica el que dice la “verdad”.
Los condicionamientos de coyuntura ligados a intereses
personales han transformado las verdades en circunstancias, en herramientas
casuales para acceder a lugares de poder en el sistema.
Por supuesto que esta interpretación de contexto es
desalentadora, pero los contextos no olvidemos que son dinámicos, que son las
mismas personas quienes modifican su realidad actuando dinámicamente en ella.
Cada uno elegirá el color de su verdad o puede intentar
tomar el pincel y realizar unos retoques, y decirles a ciertos pintores que es
tiempo de cambiar, que otros quieren subir la escalera.
Me han contado que los mentirosos han encontrado un atajo
al infierno, algunos llevan una flauta y varios ratones…pronto comenzarán el
concierto.