miércoles, 28 de noviembre de 2012

TE PROMETO LA LUNA Y TE DOY UN QUESO



Te prometo la luna y te doy un queso

Uno escribe en circunstancia, nadie es capaz de pegar un salto a su propio tiempo ni es capaz de poder saltar sobre su propia sombra.
Uno escribe desde acá, desde Adolfo Alsina, en mi caso desde Carhué, con las esperanzas que lo atraviesan y los tiempos que lo devoran.
Uno mira alrededor y entiende que la cultura no es más que un combate de interpretaciones. 

Quién triunfa tiene el poder, la verdad y su gran estrategia es hacernos creer que esta es la naturalidad de las cosas.
El poder debe siempre lograr que su verdad sea la verdad de todos, de esa manera nos colonizan y vivimos un “estado de interpretado” donde repetimos el discurso del poder.
De esa manera puede uno comprender como los más beneficiados por un sistema social que se piensa para protegerlos pero que atenta contra fuertes intereses sean quienes quieren desmontarlo para volver a establecer las “verdades naturales aprendidas” en la infalible pedagogía de los opresores.
De esa manera los oprimidos se abrazan a las verdades de sus opresores, para sentirse seguros, la libertad les produce vértigo, miedo y poco a poco los inmoviliza.
Cuando todos creen la verdad del poder, el poder ha triunfado, solo tiene que retener y neutralizar las interpretaciones alternativas.
De aquí se deduce que quienes han sido desplazados por el liberalismo salvaje se sientan atraídos por figuras que lo reivindican, por actores políticos que barrerían de un solo movimiento los logros de largas luchas sociales de los cuales increíblemente parecen no sentirse parte.
El poder nos estudia para dominarnos, el poder sabe y no nos dejará esa herramienta fácilmente a nuestra disposición. Pero nosotros podemos, y esta certeza es fundamental.
El poder está en todas partes y tiene sus engranajes frente a un mundo que esboza una tibia resistencia que resulta más atractiva en cuanto se toma conciencia de la importancia para la propia vida y la de nuestros seres queridos.

Por eso es importante poder mirarse, pensarse, y establecer quien estará de nuestro lado, quien nos acompañará y quien te va a prometer la luna y te va a dar un queso.
Si somos tenaces y capaces de creer que la realidad puede ser construida e interpretada y que podemos ser artífices de la misma estaremos dando un paso necesario hacia un futuro para todos.
Uno debe poder elegir la luna.

Alvarez Nelson

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL TRIUNFO DEL JARDINERO


EL TRIUNFO DEL JARDINERO

Pasó y lo arrasó todo

solo algunos sobrevivientes
 se atrevieron a alzar la mano


la sangre llegó hasta el arroyo
que como una arteria maldita
irrigaba el corazón podrido del pueblo

en cuatro ruedas la muerte
se lleva la flor y la semilla
y en un agujero reseco
 terminaron los sueños de primavera

un agujero rescatado en la memoria
un agujero de treinta años de olvido
de impune cinismo
de vergüenza
de un manto sobre el fuego

Ella dijo que la vio a la gran guillotina cortando las cabezas
y a los cuerpos moviéndose sin bocas
sin gestos
sin una palabra

que en el afán de gritar se encerró en los subsuelos
donde gritaban los sedientos

y los vió con sus regaderas repletas
  humedecer los portales

y vio los puños levantados de los decapitados
eufóricos en su propio funeral
inflando el pecho
pisando las flores

Los cómplices tienen aún esos rostros
que miran en su espejo cada noche
cuando la máscara queda en ese lugar
donde aún ruedan cuesta abajo miles de cabezas

tienen ese rostro seguro del cinismo que los protege

Siempre le he preguntado adonde están esas cabezas
siempre me ha contestado que se  las llevaron al infierno
y que  llorando siente aún escapar de sus hojas feroces
de los gritos de los verdugos
y de las carcajadas de los dioses

No hay rastros
nadie vió nada
nadie escribió nada
solo en el viento el dolor y el lamento

Y la sangre hizo lo suyo junto al miedo
  florecieron solo los tallos
y en la penumbra de la conciencia
sigue dominando
el jardinero.

viernes, 2 de noviembre de 2012

DOS AMIGOS Y LAS PALABRAS


Un amigo que he encontrado en este camino a través del correo de lectores de cambio 2000 me permite avizorar que detrás de un discurso que parece único se esconden las facetas más interesantes de esta historia, que es tu historia, que es nuestra historia.
Una amiga hace poco me contó que se preguntaba si aún tenía cosas que aportar, y vislumbré que su inteligencia tenía cosas pendientes, porque la inteligencia ilumina y tiene el deber de hacer luz para que otros puedan ver. No se estaba preguntando, se estaba respondiendo.
Este es el modo en que le contesto a mi amiga, a quién admiro y le otorgo el impostergable deber de ejecutar lo pensado, esta sociedad la necesita.
Mi otro amigo, más joven que yo, luminoso, a quién no le conozco el rostro solo las palabras  me escribió:
“Tengo, entre papeles que algún día espero continuar, algunos intentos de novelas que suceden en nuestros pueblos...”, y pensé que esos papeles tienen vida, como los de tantos otros que amarillos deben oxidarse en algún cajón perdido sin comprometerse en esta historia.
“… la vida de estos pueblos, que despiertan algo tan profundo y extraño en nosotros, que somos parte de ellos y que no nos vamos, porque decidimos que nuestra historia esté acá. “, y pienso que es así, es algo profundo y extraño, que debemos problematizar, indagar, instalar, preguntar…


" Las preguntas sobre el poder, las preguntas sobre la desigualdad social, las preguntas sobre la historia y la manera en que la entendemos; y las preguntas sobre la cultura de los pueblos de nuestro distrito, sobre lo que se puede decir y lo que no, sobre lo que se escucha y lo que no, sobre lo que importa y lo que no, sobre los proyectos de vida.. "

“Es una tarea que me entusiasma y que podemos emprender....en mi caso como una deuda personal y como un deber ante otros jóvenes que pueden atreverse también.”

Entonces me digo que tenemos una tarea, que debemos poner manos a la obra y descubrir que hay detrás de lo conocido, de lo obvio, de lo esperado.
La realidad también puede ser una aventura.
Voy a terminar con estas palabras maravillosas de un maestro que fueron escritas en nuestras epístolas virtuales:

Hegel: "Todas las grandes revoluciones que se han realizado han sido precedidas por una revolución tranquila y silenciosa en el espíritu de la época (Zeitgest), una revolución invisible, especialmente imperceptible a los contemporáneos, y tan difícil de conceptualizar como de expresar en palabras. Es la falta de conocimiento de esta revolución espiritual lo que hace que los cambios resultantes provoquen asombro"
Gracias amigos de cambio 2000 por ser también un lugar de encuentro.